En el número 2 de la calle de la Sal se encuentra la Antigua Relojería. En cuyos balcones del primer piso tiene un entrañable carillón construido sobre bocetos del gran Antonio Mingote. La figura representa a un relojero, que se va moviendo hacía todos los lados de la calle. Comienza alzando la vista hacia los mosaicos que tiene enfrente, también de Mingote, y luego cotillea el resto de la calle. Mide 2 metros de alto y 1,50 m de ancho. Todo el conjunto se ilumina por la noche.
El reloj principal marca la hora de España y los otros cuatro la de Nueva York, Sídney, Pekín y El Cairo. Además se han instalado relojes de sol, de arena y un cuco.
La Antigua Relojería es uno de esos negocios tradicionales que aún sobreviven en Madrid.
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