martes, 21 de abril de 2015

Antigua Pastelería del Pozo (1830)


Antigua Pastelería del Pozo

En la década de 1830 el entorno de la Carrera de San Jerónimo se convirtió en polo de atracción para numerosos establecimientos comerciales, entre los que destacaron las confiterías con sus novedosos productos de repostería. Quizá, las dos más representativas de la zona fueron el restaurante Lhardy y la Pastelería del Pozo, a las que años después se sumaría la famosa Casa Mira.

Horno del Pozo (hoy bajo la denominación de Antigua Pastelería del Pozo) es una pastelería centenaria, fundada en el año 1830 por la familia Agudo en la calle del mismo nombre. En el siglo XX fue comprado por el repostero Julián Leal Charle cuyos sucesores llevan la pastelería hoy en día.

Se encuentra muy cerca del centro de Madrid, muy cerca de la Puerta del Sol. Famosa por elaborar un producto típicamente madrileño como son los bartolillos (masas fritas en forma triangular elaboradas de harina de trigo) y los hojaldres de la Capital. El nombre de esta pastelería se debe a la calle donde se encuentra ubicada, Calle del Pozo, y ésta a un pozo con fama de milagrero que aquí se encontraba.

El negocio lleva en la misma ubicación desde su apertura y, aunque ha sido reformado en diversas ocasiones, todavía mantiene su mobiliario original con un mostrador de mármol y madera, máquina registradora antigua y una balanza clásica de dos platos.
Antigua Pastelería del Pozo
Antigua Pastelería del Pozo

El establecimiento presenta la estética de los comercios tradicionales, con una fachada compuesta por cuarterones de madera y paños de cristal en las puertas y el escaparate. El interior conserva el sabor de los antiguos obradores, de hecho se siguen elaborando de forma artesanal unos magníficos hojaldres que han dado fama al establecimiento.

La pastelería está en la calle que hace de puerta trasera del restaurante restaurante Lhardy. La pastelería es más antigua.

La pastelería que aun funciona en el siglo XXI y que no sólo es famosa por su antigüedad, es también por la elaboración de pastelería de hojaldres como pueden ser las empanadas de bonito, las agujas de ternera y las bayonesas (hojaldre relleno de cabello de ángel), los bollos suizos. En Navidad elaboran mazapán, roscón de reyes (dos tamaños de roscones de Reyes durante todo el año, que son sin relleno) y turrones típicos de la repostería española en estas fechas.

Curiosidades

La leyenda de la calle del Pozo tiene su origen en la Guerra de Sucesión Española, cuando unos soldados robaron del antiguo Convento de Nuestra Señora de las Victorias, situado en la Puerta del Sol, entre otras muchas reliquias de valor, dos espinas de la corona de Cristo. Interesados sólo por el oro y los objetos preciosos, los soldados tiraron las espinas a un pozo cercano ubicado en la casa de un hombre llamado Francisco de Varte.

Con la llegada al poder de Felipe V, los vecinos de la zona empezaron a notar que el agua del pozo estaba dulce y buena, cuando antes era oscura y amarga. Algunos enfermos que bebieron de ella se curaron inexplicablemente. Adquirió con ello fama el agua, por lo que numerosas personas acudían al pozo a beberla con la esperanza de curarse de sus males.

En una de esas ocasiones, una mujer encontró flotando en su balde las espinas de la corona de Cristo, que por fin aparecían. La leyenda cuenta que este lugar se llamó calle del Pozo en honor a este suceso.

Unas escenas del segundo capítulo de la serie de televisión española titulado Juncal (dirigida por Jaime de Armiñán en 1989) se desarrolla en esta pastelería madrileña.

Es más antigua que la pastelería El Riojano fundada años después, en 1855.

Antigua Pastelería del Pozo

No hay comentarios:

Publicar un comentario