viernes, 8 de mayo de 2015

Museo del Pan Gallego (1735)

Museo del pan gallego

En 1735 se estableció una tahona en Madrid en la plaza de Herradores (entre la calle Mayor y la calle de Arenal), que continuó allí cuando se renovó el edificio en el XIX. En 1982, se hizo cargo de ella José Menor Canal, un gallego emprendedor al que no le fué bien la emigración en sudamérica y regresó a Madrid casi sin un duro y con mucha familia a su cargo. Halló esta tahona que llevaba muchos años cerrada y recuperó la tradición del buen pan artesano, hecho en horno con leña de encina. Una suerte para los madrileños, porque el pan industrial había aniquilado al pan de calidad en nuestra ciudad.


jueves, 7 de mayo de 2015

Peluquería Vallejo (1908)

Peluquería Vallejo

Situada en el centro de Madrid, La peluquería Vallejo, fue fundada en el año 1908, en el local ocupado antes por una bodega , siendo las más antigua de Madrid, pasando de padres a hijos hasta la actualidad.

Posee una magnifica fachada de azulejos originales del 1900, pintados a mano por artesanos de Talavera que se conserva todavía hoy, y que está declarada de interés histórico-artístico. La fachada, inicialmente reclamo para clientes, ha pasado a serlo para turistas. Esta circunstancia es lo único que ha cambiado en  estas ocho décadas.

Basilio Vallejo Abad tuvo mucho que ver en el buen aspecto que adquirían muchos provincianos a su llegada a Madrid. No en vano, numerosos viajeros recalaban en su peluquería de la calle de Santa Isabel 22, nada más poner pies en  la estación  de Atocha, para adquirir buena presencia con la que enfrentarse a la que creían refinada y moderna ciudad.

miércoles, 6 de mayo de 2015

La Favorita (1894)

La Favorita

Fundada en 1894, La Favorita es la tienda de artículos de tocado (sombreros, gorras, boinas,...) más antigua de todo Madrid.

Curiosamente se funda en el mismo año que Casa Yustas, y ambos se dedican al negocio del sombrero en la Plaza Mayor. Situada a la izquierda de la Casa de la Panadería desde sus orígenes, que comenzaron con Teodoro Enguita, hoy van por la cuarta generación de “Enguitas” dedicados a vestir las cabezas de los madrileños y sus visitantes.

Se encuentra en el número 25 de la Plaza Mayor, donde siempre ha estado, en pleno corazón de la ciudad, y a escasos metros de la Puerta del Sol y de la Plaza de la Villa, antigua sede de Ayuntamiento de la ciudad.

martes, 5 de mayo de 2015

Capas Seseña (1901)

Capas Seseña

Casa Seseña tiene su único establecimiento actual en la calle de la Cruz, nº 23 de Madrid, España. Es una bonita tienda que conserva la decoración propia de los comercios madrileños de finales del siglo XIX.

Esta calle madrileña llegó a albergar en su corta extensión más de una docena de sastrerías de las que tan solo se ha mantenido la Casa Seseña.

Su fundador, Santos Seseña Rojas, vino a Madrid cuando contaba 14 o 15 años. Era de un pequeño pueblo en Toledo, Yuncos, y vino a la capital en busca de trabajo, como tantos otros han hecho a lo largo del tiempo. Comenzó a trabajar como aprendiz en una sastrería ubicada en la calle de la Cruz.

En 1901 abrió  su propia sastrería vendiendo todo tipo de ropa para caballero incluida la capa española, por entonces prenda de abrigo de uso común en el vestir del hombre español. No obstante, a lo largo de esos primeros años del siglo XX la capa española iba a ir poco a poco dejando de usarse y desapareciendo de la calles. A una prenda pensada para caminar con ella sin prisas, ni apreturas, los cambios de las modas y costumbres y el creciente ritmo del siglo no le podía sentar bien y las capas empezaron a dejar de ser prenda habitual y obligada.

lunes, 4 de mayo de 2015

Mariano Madrueño (1895)

Mariano Madrueño

La empresa fue fundada en el año 1895 por el primer Mariano Madrueño como Destilerías de Anisados, licores y jarabes con Bodegas y elaboración de vermut y vinos generosos en Villaverde, comercializando solo marcas propias.

El local donde se fundó esta destilería era un amplio local de 600 metros cuadrados que habían adquirido en la calle del Postigo de San Martín, frente al Monasterio de las Descalzas Reales, en el centro histórico de Madrid.

Después de la Guerra Civil, el segundo Mariano Madrueño se hace cargo de la empresa manteniendo las Destilerías, aunque incorpora marcas ajenas y algunas Bodegas Riojanas en la venta al público.

domingo, 3 de mayo de 2015

El Anciano Rey de los Vinos (1909)

El Anciano Rey de los Vinos

El Anciano Rey de los Vinos está en la Calle de Bailén, 19, justo enfrente del Palacio Real y la Catedral de la Almudena.

Luis Montón, oriundo de Tomelloso, tenía unas bodegas donde producía vinos con las marcas: el Viejo, los Viejos y el Anciano, Rey de los Vinos. Abrió La Casa de las Torrijas en 1907 y El Anciano Rey de los Vinos en 1909 en un edificio de 1886 en el que estaba situada Casa Pedro Martínez famosa por café de puchero y su aguardiente. Tuvo otros despachos de vinos en Leganitos, 43 y Fuencarral, 119.

Durante la República elimina la palabra Rey del nombre del vino y de la taberna.

El establecimiento permanece cerrado durante la Guerra Civil. Vuelve a abrir en 1940, ese año se colocan los azulejos que aún mantiene. En 1942 comienza a dirigir el negocio su sobrino Abilio Manzanal Ortega que en 1958 sustituye el mostrador original de nogal por uno de baquelita y bandeja de acero inoxidable.

sábado, 2 de mayo de 2015

La Posada de la Villa (1642)

La Posada de la Villa

La Cava Baja es el lugar donde históricamente se han encontrado el mayor número de posadas de Madrid. En ellas se  alojaban viajeros de toda España, sobre todo gente procedente del campo madrileño que llegaba en carretas y aquí negociaba el precio de sus productos o se alojaban antes de asistir a ferias de ganado.

En el Siglo XVII en la Cava Baja se encontraba el único Molino de Harina de Madrid que se convirtió en 1642 en la primera posada de la Corte. Allí se ofrecía alojamiento y comida a los viajeros que llegaban a Madrid.

En 1980 se restauró y pasó a ser Horno de Asar. Sus sillas llevan inscrito el nombre de aquellos políticos, artistas, escritores, deportistas, etc. que han pasado por él.

viernes, 1 de mayo de 2015

Casa Yustas (1886)

Casa Yustas

Casa Yustas empezó su actividad en 1886 en la Plaza Mayor bajo los soportales situados en el tramo comprendido por la calle de la Sal y la calle de Felipe III. Este establecimiento nace de la fusión de varias tiendas pequeñas que integra su fundador, Leopoldo Yustas Ayuso.

Comenzó como una sombrerería y pronto introdujo los artículos militares en su variedad de productos a la venta. Se creó una fábrica de sombreros en el interior de la tienda y debido al éxito de sus sombreros en 1920 se amplió la producción con una fábrica en el pueblo de Fuencarral.

Después de la Guerra Civil española y debido a la situación que estaba sumida el país se cierra la fábrica de Fuencarral y se queda únicamente la situada en la Plaza Mayor 30.

miércoles, 29 de abril de 2015

Droguería Manuel Riesgo (1866)

Droguería Manuel Riesgo

Probablemente sea un negocio único no sólo en Madrid, sino en toda España. Comienza como herboristería, fundada por el catalán Rafael San Jaume Riera en 1866. Sus productos llegan hasta el resto de Europa. Tenía concesiones para el cultivo de plantas en la Casa de Campo y en el Jardín Botánico.

En 1926, al comprarlo Manuel Riesgo, al disminuir las transacciones de los derivados botánicos, la empresa cambió de rumbo e inició la comercialización y distribución de productos químicos para la industria, en sus muy diversos aspectos y orientaciones, bellas artes, pinturas, restauración tanto de edificios como de mobiliario, reactivos de gran pureza para laboratorios de análisis. En la actualidad comercializa más de quince mil productos diferentes que se sirven y proporcionan a toda España, procurando a la vez el estudio y análisis de cualquier producto, aunque sea preciso buscarlo y conseguirlo en otros países.

El establecimiento comenzó a funcionar en la calle del Desengaño número 22, de Madrid, en donde radica actualmente, con las mismas características decorativas de hace decenas de años, siendo esta "la tienda" abierta al público, el cual acude a este establecimiento en busca de los productos necesarios, tanto para las grandes empresas como para los particulares. La tienda conserva el mismo aspecto y decoración con que inició su historia, con los frentes y paredes laterales cubiertos de 480 cajones, numerados con pequeñas placas de porcelana que nombran los contenidos de los mismos. En los laterales vitrinas que contienen multitud de productos cuidadosamente envasados. Sobre el arco que da a la trastienda se encuentra la vista panorámica del pueblo asturiano de Luarca que rememora la tierra de sus propietarios. Es un comercio único en Madrid y casi con toda certeza, en toda España

martes, 28 de abril de 2015

Viena Capellanes (1873)

Viena Capellanes
Viena Capellanes de la calle Fuencarral, 122

En 1871, el Dr. Martí, un médico de Valencia fue a la feria Universal de Viena en busca de ideas para establecer un nuevo negocio. No encontró nada que le llamara la atención, pero le encantó el pan vienés y consiguió la receta. La principal diferencia estribaba en que el pan en España se hacía sin levadura, mientras que el vienés sí la utilizaba. Cuando Martí regresó a España registró la receta y obtuvo los derechos exclusivos durante diez años.

Para comenzar con la producción contactó con Matías Lacasa quién inmediatamente invirtió en este negocio.

La primera tienda se abrió en 1873, en la esquina de la calle La Misericordia con la calle Capellanes, hoy en día llamada Maestro Victoria. La calle Capellanes se llamaba así  porque en esta calle había una residencia de capellanes que se ocupaban de la Casa Real y también del Convento de las Descalzas Reales, situado al lado de la tienda. El primer edificio fue demolido, pero el nombre de la calle sigue ligado al negocio desde entonces.

lunes, 27 de abril de 2015

Bodega de la Ardosa (1892)

Bodega de la Ardosa

En 1892 Rafael Fernández Bagena, propietario de viñedos en la comarca de La Ardosa, Toledo, creó y fundó la cadena de Bodegas La Ardosa en Madrid, que llegaría a tener 36 establecimientos. Todavía permanecen abiertos algunos, además de la de la calle de Colon 13,  en las calles Sta. Engracia, 70, Ponzano, 10 y Abtao, 32.

Si D. Rafael Fernández fue el fundador y creador de La Ardosa allá por el siglo XIX, no menos mérito tuvo D. Gregorio Monje pues sin él, La Ardosa que hoy todos conocemos, no existiría. D. Gregorio, carnicero de profesión, adquirió la Ardosa en el año 1970 y no fue hasta el año 1979 cuando empezó a trabajarla directamente ayudado de la valiosa compañía de Conchita, su mujer, quien llevará más tarde a La Ardosa a los más prestigiosos concursos de tortilla, y de sus hijos Rafael y Angel.

Farmacia Deleuze (1780)

Farmacia Deleuze

Procede de la época de Carlos III, cuando en ella podía encontrarse a los hombres de ciencia en la rebotica mezclando sus hierbas y ungüentos.

Abierta en 1780 con el nombre de “Botica de San Bernardo”, esta farmacia prodigiosa conserva su original decoración, sobre cuyo estilo hay tantas denominaciones como autores han opinado sobre ello. Digamos que el estilo predominante en la tienda sería el rococó, y el despacho interior obedecería al estilo historicista con elementos neogóticos y árabes que hace que se asemeje más a una estancia palaciega que a una botica.

El espacio rectangular está ocupado por seis hornacinas con adornos de estilo rococó que contienen tarros y botamen de gran belleza procedentes de la fábrica del Buen Retiro. Los lienzos de las paredes y la araña del techo son de gusto francés, mientras que la rebotica, de fines del XIX, es de estilo modernista.

domingo, 26 de abril de 2015

Pastelería La Duquesita (1914)

Pastelería La Duquesita

Cada mañana la visita turística guiada que hace el Ayuntamiento de Madrid por la capital, enfila la calle Fernando VI y hace parada obligada en el escaparate de La Duquesita, en el número 2 de la calle y muy próximo al palacio Longoria, sede de la Sociedad General de Autores y Editores. La pastelería que abrió sus puertas en 1914 y que fue proveedora de la Casa Real, ya ha cumplido un siglo de dulce vida.

El nombre de Duquesita hace referencia a la encantadora estatua de alabastro que preside el local. La estatua, realizada en Italia, presenta algunos desperfectos (visibles en cuello nariz y mano).

El actual propietario, el señor Luis Santamaría Cadenas, la heredó de su padre, don Luis Santamaría Liceras, que a su vez sustituyó a su abuelo en el obrador. Romualdo, así se llamaba el maestro de obrador y abuelo de don Luis, se hizo cargo de la pastelería en el año 1930 cuando el dueño del establecimiento falleció y que su viuda le ofreció quedarse con el negocio. Por supuesto, él, sin pensarlo dos veces, dijo que sí y, desde entonces, La Duquesita pertenece a la familia de Luis pero su nombre hace referencia a quienes eran sus más ilustres clientes en la época de su fundación, la aristocracia española.

Herbolario La Fuente (1856)

Herbolario La Fuente

El Herbolario La Fuente es un comercio centenario que se encuentra en la calle de Pelayo, 70, en pleno barrio de Chueca, especializado en plantas medicinales, donde puede encontrar hierbas envasadas, en comprimidos, en tinturas o extractos, miel, jalea real, propóleo inciensos, vitaminas, oligoelementos, Flores de Bach, alimentación ecológica, remedios para depurar, digestivos, hepáticos, tónicos, adelgazantes, pectorales, energéticos.

El Herbolario Lafuente, fundado en 1856, mantiene en la actualidad el sabor de la época de su fundación. Tiene una portada con cierres de madera cuyas puertas fueron decoradas por el pintor publicitario José Bardasano.

Con la última reforma ha desaparecido la decoración, aunque se conserva la misma portada ahora del color de la madera original, así como el grueso mostrador de caoba con tarros de cristalería de la granja y las cajoneras de madera con fuerte olor a hierbas aromáticas y medicinales.

Cuando trabajaban los hermanos de la Fuente había un pequeño laboratorio, ya que ellos realizaban sus propios preparados de hierbas. La tienda era lugar de reunión de contertulios de la talla de Pablo Iglesias, Saborit, Besteiro o Largo Caballero.

sábado, 25 de abril de 2015

Farmacia del Globo (1870)

Farmacia del Globo

Los primeros datos que avalan la existencia de la Farmacia del Globo de Madrid se remontan a 1870, aunque algunos estudiosos afirman que hay evidencias de un pasado todavía más remoto.  Se encuentra en la plaza de Antón Martin, entre la calle de Atocha y la calle de la Magdalena.

Llamada así por su decoración anterior a la Guerra Civil, llena de carteles anunciadores y la leyenda “Botica del Globo”, al que se añade el globo Montgolfier, que colgaba y cuelga en lo alto. Tanto los anuncios como el globo eran típicos de las farmacias inglesas de la época Inglaterra y que terminaría dando nombre a este local, destinado a convertirse en una referencia.

En esa primera época estaba regentada por un farmacéutico, el Doctor Trassera. El globo era signo de distinción, ya que los primeros farmacéuticos ingleses con titulación colocaban éste para distinguirse de los herbolarios y las droguerías.

Café Comercial (1887)

Café Comercial

El primer documento que hay de la fundación del Café Comercial (Glorieta de Bilbao,7 esquina con la calle de Fuencarral) en los Archivos de la Villa de Madrid es de 21 de Marzo de 1887, según consta en la solicitud de licencia de apertura que elevó Don Antonio Gómez Fernández. Ello supone el ser el café mas antiguo de Madrid. También es conocido porque fue uno de los primeros cafés en emplear camareras.

En la Glorieta de Bilbao existían los famosos Pozos de la Nieve con los que almacenaban la nieve proveniente de la Sierra del Guadarrama en propiedad de Paulo Chaquías. Esta nieve se distribuía a otros puntos de la ciudad como la plaza de Herradores o la misma Puerta del Sol para su venta. 

El local pasó a la familia Contreras en 1909 y recobró mucha fama. Don Antonio Contreras era oriundo de La Habana. La familia Contreras hoy continua regentándolo, siendo María Isabel Serratacó Contreras , junto con Isabel Contreras, las propietarias del café y constituyendo la tercera generación de la familia.

viernes, 24 de abril de 2015

Cerería Ortega (1893)

Cerería Ortega

Las cererías nacen al amparo de las iglesias y Ortega no es una excepción. Cercana a la Real Colegiata de San Isidro, en la calle de Toledo, La Latina, sigue trabajando de forma artesanal la cera.

El taller se encuentra separado de la zona de venta, que mantiene su mostrador de madera, por medio de unas columnas. Pueden verse colgados, a la espera del enfriamiento y secado, los cirios, las velas rizadas o las de campanilla. Las velas son de todos los colores y tamaños: animalitos, exvotos y lamparillas.

Fundado en 1893 por Víctor Ortega, el establecimiento era propiedad de unos familiares que traen a Víctor, siendo pequeño, a trabajar con ellos. Dado que este oficio suele pasar de padres a hijos, Ortega se sitúa ya en su tercera generación con el maestro José Manuel Ortega, que, pese a que las velas ya no se usan tanto como antes.

jueves, 23 de abril de 2015

Librería Nicolás Moya (1862)

Librería Nicolás Moya

Esta librería, actualmente la más antigua de Madrid, fue fundada en el año 1862, por D. Nicolás Moya, nacido en Alovera (Guadalajara) en 1838, siendo la primera especializada en obras de Medicina. Antes que esta, existió la librería de Ignacio Boix, en el número 8, la de Tomás Jordan, y la de Vicente Matute, mentor de Moya.

Cuando el mentor de Nicolás piensa en cerrar, Nicolás junto con su socio Plaza elaboran un proyecto ambicioso y deciden especializar la librería en un tema concreto y sin precedentes hasta entonces: la medicina. Además de libros mantiene una sección de revistas y un apartado de obras de veterinaria, botánica, química, física y biología.

En su origen, la librería solo vendía libros especializados en medicina y algunas revistas extranjeras que en aquellos momentos apenas llegaban a España. La fama de esta librería hizo que su trastienda fuese un punto de reunión para los catedráticos de la Facultad, los profesores de los hospitales y muchos médicos famosos.

miércoles, 22 de abril de 2015

Guitarras Ramírez (1882)

Guitarras Ramírez

El establecimiento Guitarras Ramírez fue fundada, en 1882, por José Ramírez de Galarreta y Planell, gran maestro luthier madrileño que empezó como aprendiz a los doce años en el taller del que fue su maestro, Francisco González, en la Carrera de San Jerónimo. A los veinticuatro se instaló en el Rastro.

El primer domicilio fijo se encontraba en el 2 de la calle de la Concepción Jerónima, con taller y tienda. Actualmente, la tienda se encuentra en la callede la Paz nº 8, muy cerca del antiguo local. Si bien Francisco González tuvo a José Ramírez como discípulo, éste, sin embargo, fue el maestro de su hermano menor, Manuel Ramírez, así como de su hijo, José Ramírez II, de Enrique García, que más tarde se estableció por su cuenta en Barcelona (donde dejó un discípulo: Francisco Simplicio), y de Julián Gómez Ramírez. También enseñó el oficio a Antonio Viudes y a Rafael Casana, así como a Alfonso Benito y a Antonio Gómez.

Fue uno de los maestros guitarreros más destacados de su tiempo e iniciador de la llamada Escuela de Madrid de Constructores de Guitarra, en la que actualmente continúan sus descendientes, ya quinta generación.

Entre las maravillosas guitarras que han salido de este taller destacan la “guitarra de tablao” o la de cedro rojo en la tapa armónica. Andrés Segovia usaba sus guitarras en todos los conciertos. Han recibido muchos premios, entre los que podemos citar, la medalla de oro de la Sociedad Guitarrística de Chicago (1962) o la de oro al Artesano Ejemplar de la Obra Sindical de Artesanía de Madrid (1972).

martes, 21 de abril de 2015

Casa Mira (1855)

Casa Mira

Casa Mira es una pastelería ubicada en la Carrera de San Jerónimo, 30, muy cerca de la Puerta del Sol y a unos pasos de la plaza de las Cortes, en pleno Madrid de los Austrias.

A mediados del siglo XIX Luis Mira, un maestro confitero de Jijona, artesano del turrón, de 21 años y con una inusitada visión empresarial para la época, quiso probar suerte en Madrid. Abandono su pueblo natal con un carro tirado por dos burras, cargada de turrón, y emprendió camino hacia la capital. La historia (casi convertida en leyenda) cuenta que tuvo que reiniciar su viaje hasta cuatro veces, ya que vendía el género antes de llegar a Albacete a causa de lo apetitosos y sabrosos que son. En 1842 Luis Mira empezó su negocio de venta de turrones en un puesto en la Plaza Mayor.

Luis Mira lograría que su fábrica de turrones se convirtiera en proveedora de la real Casa de Isabel II, de Amadeo de Saboya, de Alfonso XII, de la Regencia de María Cristina y de Alfonso XIII. La extraordinaria calidad de la materia prima y su cuidada elaboración, hicieron que la fama de los turrones de Mira se extendiera rápidamente.

Antigua Pastelería del Pozo (1830)


Antigua Pastelería del Pozo

En la década de 1830 el entorno de la Carrera de San Jerónimo se convirtió en polo de atracción para numerosos establecimientos comerciales, entre los que destacaron las confiterías con sus novedosos productos de repostería. Quizá, las dos más representativas de la zona fueron el restaurante Lhardy y la Pastelería del Pozo, a las que años después se sumaría la famosa Casa Mira.

Horno del Pozo (hoy bajo la denominación de Antigua Pastelería del Pozo) es una pastelería centenaria, fundada en el año 1830 por la familia Agudo en la calle del mismo nombre. En el siglo XX fue comprado por el repostero Julián Leal Charle cuyos sucesores llevan la pastelería hoy en día.

Se encuentra muy cerca del centro de Madrid, muy cerca de la Puerta del Sol. Famosa por elaborar un producto típicamente madrileño como son los bartolillos (masas fritas en forma triangular elaboradas de harina de trigo) y los hojaldres de la Capital. El nombre de esta pastelería se debe a la calle donde se encuentra ubicada, Calle del Pozo, y ésta a un pozo con fama de milagrero que aquí se encontraba.

lunes, 20 de abril de 2015

Taberna de Antonio Sánchez (1830)

Taberna de Antonio Sánchez

La Taberna de Antonio Sánchez (conocida también como la Taberna de los Tres Siglos) es una taberna ubicada en la calle del Mesón de Paredes, 13. Se trata de una de las pocas tabernas que han sobrevivido de tiempos pasados. Su nombre se debe al dueño y torero madrileño Antonio Sánchez (que la heredó de su padre). Antonio Sánchez  tomó la alternativa en 1922. Se retiró en 1929 cuando las cornadas, más de 20, pudieron más que su afición. Fue amigo del pintor Ignacio Zuloaga que estableció en la taberna la sede de una de sus tertulias y en la que realizó exposiciones y que en su época frecuentaron la taberna Pio Baroja, Sorolla, Marañón, Julio Camba y Cossio.

Se sabe que la Taberna Antonio Sánchez existía ya en el año 1830. Su primer dueño conocido fue el Matador Colita que posteriormente se la vendió al diestro Cara Ancha. En el año 1884 compra el local Antonio Sánchez, comerciante de vinos y natural de Valdepeñas, quien rebautiza la taberna con su actual nombre; después de él continúa su hijo, el torero Antonio. Su hermana Lola regenta la tasca hasta el año 1979. Cuando se jubila Tasio el encargado, se cierra.

Afortunadamente, algunos madrileñistas como Luis Carandell, José Luis Pécker y otros, unieron sus esfuerzos y lograron su reapertura. Finalmente la reabre Juan Manuel Priego Durán en 1982. Hoy la regenta Curro, que ha sido torero antes que tabernero.

sábado, 18 de abril de 2015

Zapaterias Carballo (1908)

Zapaterias Carballo

El establecimiento Carballo, dedicado inicialmente a zapatería y proveedores de uniformes de la Guardia Civil, está especializada en todo tipo de zapatillas, alpargatas y zapatos para pies delicados.

Abrió sus puertas en 1908 con el nombre de “La Moda Práctica” y cambió al actual por el apellido de un familiar de los dueños que trabaja con ellos y que, finalmente, se hizo con la tienda, Ángel Carballo. Sus descendientes Rosa María y María Victoria aún atienden en esta zapatería de la madrileña calle de Toledo, junto a la Plaza Mayor, en el barrio de la Latina.

viernes, 17 de abril de 2015

Restaurante Lhardy (1839)

Restaurante Lhardy

Creada en 1832 como pastelería de productos típicos suizos, por Emilio Lhardy  (apellidado realmente Huguenin que tomó el nombre del café Hardy, de París), es en 1839 cuando se amplía su uso a restaurante en 1839.

Situado en el número 8 de la Carrera de San Jerónimo (a medio camino entre la Puerta del Sol y la plaza de Canalejas), Lhardy es el primer restaurante español creado tal y como hoy se concibe la restauración pública. El precio fijo, las minutas por escrito o las mesas separadas han sido normas incorporadas por el propio Emilio Lhardy al comercio hostelero de la primera mitad del siglo XIX. Y sólo cabría recordar, en beneficio de esta tesis, que el fenómeno social del restaurante nace en Francia (cincuenta años antes de la fundación de Lhardy), cuando como consecuencia de la Revolución francesa cae la nobleza en desgracia y tanto cocineros como sirvientes tienen que buscar una aplicación burguesa a su destreza.

En su trastienda se preparaban los productos típicos de su lugar de origen, como los bollos suizos, los croissants y los canapés, una novedad en la repostería madrileña de la época. A los pocos meses, las buenas expectativas llevaron a Lhardy a ampliar el negocio e instaló una charcutería y un lujoso restaurante. Desde entonces, su casa se convirtió en lugar de encuentro y reunión de aristócratas, políticos e intelectuales y se fue haciendo costumbre degustar un buen jerez a la hora del aperitivo.

Calzados Lobo (1897)

Calzados Lobo

Lobo es una de las zapaterías más antiguas y tradicionales de Madrid. Fundada en 1897 por Timoteo Lobo, en pleno Madrid de los Austrias, en la calle de Toledo número 30 en su esquina con la calle de los Tintoreros y a unos metros de la plaza de Puerta Cerrada y de la Plaza Mayor, ha permanecido desde sus inicios y a través de las generaciones en manos de la familia Lobo, hasta convertirse en nuestros días en uno de esos comercios de “toda la vida”.

El bisabuelo del actual gerente, realizó una ampliación en 1924, aunque conservó la mayoría de elementos originales, tanto en el interior, estantes y mostrador de madera, como en su bonito exterior de madera con tejadillo de zinc y escaparates, propio de las tiendas de fines del siglo XIX, que se mantiene hasta nuestros días.

Después de más de 115 años de actividad, Lobo sigue fiel a su dedicación inicial, que no es otra que el calzado artesano, tradicional y original. Sus señas de identidad son una excelente relación calidad-precio; la garantía de calidad y originalidad que supone que todos sus modelos estén fabricados en España; y por encima de todo, una extensa variedad de tallas y colores. En algunos modelos existe numeración desde el 15 al 52 ¡¡y en más de 30 colores!!

jueves, 16 de abril de 2015

La Mallorquina (1894)

La Mallorquina


La Mallorquina es una pastelería-cafetería ubicada en el centro de Madrid, en plena Puerta del Sol en su esquina con la calle Mayor. Es famosa por ofrecer bollería típica de Madrid desde 1894.

Sus inicios como tienda y café de tertulia devinieron con el tiempo en cafetería y salón de té con tienda de pastelería. Su posición en la plaza (en una de sus esquinas occidentales al comienzo de la calle Mayor) hace que sea un punto de paso estratégico. En la actualidad sus tres escaparates muestran las variedades reposteras de la culinaria madrileña.

A mediados del siglo XIX (justo antes de la gran reforma de la Puerta del Sol) ya existía en el local que ocupa hoy la pastelería un establecimiento comercial, propiedad de Garin, que se dedicaba a la venta de ornamentos religiosos.

miércoles, 15 de abril de 2015

Sobrinos de Pérez (1867)

Sobrinos de Pérez

Sobrinos de Pérez abrió sus puertas en Madrid, en 1867, para dedicarse a la venta de todo tipo de artículos textiles, pero manteniendo desde ese primer momento, una sección de tejidos para Comunidades Religiosas.

La empresa fue fundada por Basilio Pérez y Leoncio Pérez, oriundos de la localidad de Matute, en la Rioja, atraídos como otros muchos paisanos por las interesantes posibilidades que podía ofrecer la capital.

Si es cierto que existe un Madrid galdosiano, la calle de Postas es un lugar destacado en esa geografía histórica y literaria. Se da la circunstancia de que en ella estaba el comercio de don Baldomero Santacruz, padre del tarambana Juanito, que a la postre resultara tan nefasto en las vidas de Fortunata y Jacinta. Don Benito Pérez Galdós cita el comercio como “la casa de los sobrinos”, y en ella se dan suficientes detalles descriptivos como para que no exista duda alguna de que nos encontramos ante el mismo inmueble al que se refirió el maestro, como queda corroborado por la placa que desde 1971 exhibe nuestra fachada.

martes, 14 de abril de 2015

Restaurante Malacatín (1895)

Restaurante Malacatín

El restaurante Malacatín, referente de la cocina popular madrileña, se encuentra en la calle de la Ruda, 5, en pleno Madrid histórico, a unos metros de la plaza de Cascorro, en el nucleo central del Rastro.

En 1893 llega a Madrid, con ganas de comerse el mundo, Julián Díaz, procedente de Horcajo de Santiago (Cuenca) a casa de unos conocidos que regentan un pequeño negocio de bebidas, comenzando como chico de los recados.

Al cabo de dos años, 1895, se considera preparado para independizarse y se establece en un encierro de la calle de la Ruda número 5, donde no hay agua ni luz de gas. Con faroles de aceite alumbra la pequeña tienda de vinos que levanta el cierre a las seis de la mañana siendo sus "parroquianos", panaderos, traperos, albañiles..., los que consumen copitas de aguardiente de hierbas, de limón y el "suave".

lunes, 13 de abril de 2015

Casa Vega (1860)

Casa Vega

Casa Vega es un establecimiento tradicional dedicado a la venta de jalmería, es decir, instrumentos de los enjalmeros (aparejos para las bestias), además de alpargatas, calzado y multitud de artículos para la vida rural, situado en la calle de Toledo, 57 en el casco antiguo de Madrid, a unos pasos de la plaza de la Cebada.

La empresa se fundó en 1860 por Mariano de la Vega y continúa abierta, liderada por Carmen, bisnieta del fundador. Durante cuatro generaciones ha mantenido una atmósfera tradicional, así como el olor a cuero y cuerda de cáñamo, sonido de cencerro, campana y cascabel.

domingo, 12 de abril de 2015

Cordonería Fillola (1921)

Cordonería Fillola


Aunque se pase por delante de su puerta es probable que pase desapercibida. Hay que prestar atención para dar con ella. Está en la calle de la Sal, 1, en la acera de la derecha, saliendo de la plaza Mayor hacia la calle de Postas y frente a otros dos establecimientos centenarios de Madrid: la Antigua Relojería (1880) y la carnicería Casa Bartolomé (1837).

La Cordonería Fillola es uno de los comercios protegidos por el Ayuntamiento de Madrid, aunque aún no está incluido en el catálogo de establecimientos centenarios por no haber cumplido la centena de años de existencia, lo que supone la prohibición de cambiar de actividad o reformarlo. Esta denominación no genera ningún tipo de beneficio económico y supone, en ocasiones, más dificultades para adaptarse a los nuevos tiempos del comercio.

sábado, 11 de abril de 2015

Farmacia de la Paloma (1895)

Farmacia de la Paloma

Esta farmacia, ubicada en la calle de Toledo, 46 y fundada en 1895 se llama así por tener una hornacina con la imagen de la Virgen de la Paloma. Probablemente el primer farmacéutico fuese José Serra y Roca. Según el plano de la licencia, no parece que en la reforma que se realizó en los años cincuenta se hiciesen modificaciones.

Farmacia de la PalomaLa farmacia tiene un bonito despacho de medicamentos con anaquelería a los lados, rebotica para la confección y almacén de medicamentos, cocina, un par de cuartos y salida a patio interior. La farmacia expone muchos elementos antiguos, desde la máquina registradora, jarras, botamen o tarros de porcelana y cristal, hasta morteros y diferentes envases de antiguos medicamentos.

Los anaqueles de la rebotica están desbordados por las materias primas y compuestos químicos necesarios para la elaboración de específicos, ungüentos y fórmulas magistrales.

viernes, 10 de abril de 2015

Bodegas Ricla (1867)

Bodegas Ricla

Tabernita entrañable donde las haya es Ricla, en la calle de Cuchilleros nº 6, a un paso de la plaza Mayor y enfrente de otros establecimientos centenarios de Madrid, como son Casa Botín y la peluquería El Kinze de Cuchilleros.

Se fundó en 1910, en lo que ya era una bodega desde 1867. El nombre rememora el pueblo aragonés del que procedían los fundadores. La familia Lage atiende esta simpática bodega llena de autenticidad. La madre, Ana María, es el alma culinaria del lugar. A ella no le basta con servir cualquier cosilla, como en otros lugares de la zona, sino que se toma sus buenas cinco horas para preparar los callos. Dice Ana María que a la taberna se acercan más viajeros que turistas, porque el turista siempre se quiere sentar. Emilio, uno de los hijos, tiene clara la naturaleza de su taberna: "No te puedes vender y poner una tele o una máquina de café. Hay que ser fiel a la esencia del local". Y tiene razón, porque la taberna madrileña es un sitio pequeño, familiar, donde se puede charlar amigablemente con todo el mundo.

Se cuenta que durante la guerra civil, los vecinos usaban la cueva como refugio, y al término de la contienda se reformó el local.

jueves, 9 de abril de 2015

Posada del Peine (1610)

Posada del Peine

La Posada del Peine fue fundada en 1610, en la antigua calle del Vicario Viejo, hoy calle del Marqués Viudo de Pontejos. El primer propietario fue Juan Posada, quien abrió sus puertas al público en dicho año. En 1796, los nuevos propietarios, los hermanos Espino, encargaron a Francisco Álvarez Acevedo la ampliación de la Posada, mediante una licencia que permitía edificar una nueva planta en las dos fachadas del edificio. Este trabajo se llevó a cabo bajo el control del arquitecto municipal, Juan de Villanueva. Alrededor de 1800, se ampliaron sus instalaciones con la construcción de una casa contigua. Tras estas ampliaciones, se realizó otra modificación en 1863. Este nuevo proyecto permitió mejorar el estado estructural de la Posada, y aumentó de nuevo la altura del edificio, contando desde entonces con tres pisos. El proyecto corrió a cargo del arquitecto Juan Antonio Sánchez.

miércoles, 8 de abril de 2015

Taberna Oliveros (1857)

Taberna Oliveros

La Taberna Oliveros, situada en la calle de San Millán, 4 (a medio camino entre la calle de Toledo y la calle de los Estudios y la plaza de Cascorro en el arranque del Rastro madrileño) fue fundada en el año 1857 y adquirida en 1922 por la familia Oliveros, asturianos del concejo de Tineo que habían emigrado a Madrid. Actualmente está regentada por Julio Oliveros Conde.

Pocas tabernas de Madrid pueden presumir de una antigüedad así, aunque algunas son envejecidas por sus dueños sin ningún  documento que lo justifique.

En 1861 su propietario era Ramón  Álvarez; entre 1868 y 1880  la regenta la familia Larrondo, primero José y después Manuel. Los siguientes propietarios fueron: Gabriel Fuentes (1900), Ricardo Rodríguez (1911) y, por último, y antes de pasar a la familia Oliveros, el tabernero era Domingo López (1920).

Casa Botín (1725)



Casa Botín es un restaurante de Madrid que figura en el Libro Guinness de los Records como el más antiguo del mundo.1 2 Casa Botín fue fundado por el francés Jean Botin y su esposa en el año 1725 como posada cerca de la Cava Baja, denominada Hostería Botín. Presenta una fachada de ladrillos con vista clásica del siglo XVI y ocupa cuatro plantas del mismo. La cocina es tradicional castellana.

martes, 7 de abril de 2015

M. Guiseris (1883)

M. Guiseris

En el número 39 de la calle de la Montera el grabador artístico Marcelino Guiseris establece su taller, con vivienda en el piso de arriba, el dieciséis de julio del año 1883.

Famoso por sus trabajos para clubs y “sociedades sportivas”, contaba con un catálogo de diferentes velocípedos y realizaba chapas para bicicletas a dos pesetas en 1895. Guiseris realizó las chapas identificativas que llevaban las primeras bicicletas madrileñas, convirtiéndose en proveedor de “La Unión Velocípeda Española (U.V.E.)” desde la fundación de ésta, en 1896.

También se dedicaba a la realización de sellos de bronce, caucho y a todo lo referente a grabados, en especial medallas y esmaltes.

El negocio ha ido pasando de padres a hijos, y todos, curiosamente, se han llamado Marcelino.

El oficio lo han aprendido de su padre y de los oficiales que trabajaban en la tienda y el taller contiguo.

Actualmente Teresa, cuarta generación de la familia, continúa trabajando los sellos de caucho y las grabaciones en metal.

jueves, 26 de febrero de 2015

Hotel Palace - Escalera interior

Hotel Palace - Escalera interior.

A principios del siglo XX, el viajero que llegaba a Madrid tenía una gran dificultad en encontrar un buen hospedaje que reuniera todas las condiciones apetecibles. Para paliar esta deficiente estructura hotelera, pronto empezaron a construirse hoteles de calidad en la ciudad; así, en 1908 comenzaron las obras del Ritz, y sólo dos años después, Georges Marquet, propietario de la cadena belga Palace, decidió construir un hotel en Madrid.

Para tal efecto, Marquet adquirió un amplio solar de 6.000 metros cuadrados entorno a la plaza de las Cortes, concretamente sobre lo que había sido el palacio del duque de Lerma, construido en el primer tercio del siglo XVII, y que más tarde sería habitado por los Medinaceli.

Para la construcción del hotel Palace, una vez elegido el emplazamiento, en julio de 1910, el Palace Hotel de Bruselas convocó un concurso para la construcción del edificio, que fue ganado por el arquitecto catalán Eduardo Ferrés y Puig, si bien fue posteriormente matizado por la empresa belga Leon Monnoyer et fils, quienes introdujeron modificaciones en el entresuelo y la fachada.


Hotel Palace. Cúpula de la Rotonda


Hotel Palace. Cúpula de la Rotonda.

En el espacio más espectacular del hotel Palace de Madrid (Plaza de las Cortes) está el Palace Bar, en el que se puede admirar una cúpula de cristal coloreado con motivos florales de estilo Art Nouveau de la que cuelga una araña de luces.

Durante la Guerra Civil española el hotel se convirtió en hospital militar. La impresionante cúpula del entonces restaurante servía como quirófano. De este modo se podía seguir operando con luz natural cuando ocurría uno de los frecuentes cortes de electricidad.

Hotel Palace y Fuente de Neptuno

Hotel Palace y Fuente de Neptuno

A principios del siglo XX, el viajero que llegaba a Madrid tenía una gran dificultad en encontrar un buen hospedaje que reuniera todas las condiciones apetecibles. Para paliar esta deficiente estructura hotelera, pronto empezaron a construirse hoteles de calidad en la ciudad; así, en 1908 comenzaron las obras del Ritz, y sólo dos años después, Georges Marquet, propietario de la cadena belga Palace, decidió construir un hotel en Madrid.

Para tal efecto, Marquet adquirió un amplio solar de 6.000 metros cuadrados entorno a la plaza de las Cortes, concretamente sobre lo que había sido el palacio del duque de Lerma, construido en el primer tercio del siglo XVII, y que más tarde sería habitado por los Medinaceli.

Una vez elegido el emplazamiento, en julio de 1910, el Palace Hotel de Bruselas convocó un concurso para la construcción del edificio, que fue ganado por el arquitecto catalán Eduardo Ferrés y Puig, si bien fue posteriormente matizado por la empresa belga Leon Monnoyer et fils, quienes introdujeron modificaciones en el entresuelo y la fachada.

Las obras comenzaron en diciembre de ese mismo año y se prolongaron durante 18 meses bajo la dirección del arquitecto Manuel Álvarez Naya, costando la cantidad de 16 millones de pesetas. Inaugurado el 12 de octubre de 1912, dos años después ganó el premio del Ayuntamiento de Madrid al edificio mejor construido. En 1925 fue reformado por el arquitecto Martín Domínguez, y como el Ritz, durante la Guerra Civil fue convertido en hospital de sangre.

Tras una profunda reforma realizada en 1997, actualmente pertenece a la cadena hotelera Starwood & Resorts Worldwid, pasando a denominarse Hotel Westin Palace. En 1998 ha sido declarado Bien de Interés Cultural.
La fuente de Neptuno fue construida entre 1780 y 1784 como parte de las obras de ordenación del Salón del Prado. La obra, realizada sobre un diseño de Ventura Rodríguez, se debe al escultor don Juan Pascual de Mena quien la realizó toda ella en mármol blanco. Formalmente, consiste en un gran pilón circular en cuyo centro se encuentra el dios Neptuno -representado con una culebra enroscada en la mano derecha y el tridente en la izquierda- sobre un carro formado por una concha tirada por dos caballos marinos. Alrededor del carro se ven focas y delfines que arrojan agua a gran altura. La fuente, que en un principio estuvo situada entre el Prado de San Jerónimo y el Paseo de Trajineros, mirando a Cibeles, fue trasladada al centro de la plaza de Canovas del Castillo en 1898, lugar en donde sigue actualmente.