La Taberna de Antonio Sánchez (conocida también como la
Taberna de los Tres Siglos) es una taberna ubicada en la calle del Mesón de Paredes, 13. Se trata de una de las pocas tabernas que han sobrevivido de
tiempos pasados. Su nombre se debe al dueño y torero madrileño Antonio Sánchez (que
la heredó de su padre). Antonio Sánchez tomó la alternativa en 1922. Se retiró en 1929
cuando las cornadas, más de 20, pudieron más que su afición. Fue amigo del
pintor Ignacio Zuloaga que estableció en la taberna la sede de una de sus
tertulias y en la que realizó exposiciones y que en su época frecuentaron la
taberna Pio Baroja, Sorolla, Marañón, Julio Camba y Cossio.
Se sabe que la Taberna Antonio Sánchez existía ya en el año
1830. Su primer dueño conocido fue el Matador Colita que posteriormente se la
vendió al diestro Cara Ancha. En el año 1884 compra el local Antonio Sánchez,
comerciante de vinos y natural de Valdepeñas, quien rebautiza la taberna con su
actual nombre; después de él continúa su hijo, el torero Antonio. Su hermana
Lola regenta la tasca hasta el año 1979. Cuando se jubila Tasio el encargado,
se cierra.
Afortunadamente, algunos madrileñistas como Luis Carandell,
José Luis Pécker y otros, unieron sus esfuerzos y lograron su reapertura. Finalmente
la reabre Juan Manuel Priego Durán en 1982. Hoy la regenta Curro, que ha sido
torero antes que tabernero.
La taberna conserva la decoración de la época, con baldosas
originales, cabezas de toros estoqueados en 1902 y cuadros con escenas taurinas
diversas.
Se popularizó por ser la protagonista de la novela
"Historia de una Taberna" (1945) escrita por Antonio Díaz-Cañabate.
Es lugar de reunión y tertulia de los aficionados a la tauromaquia.
En sus más de 150 años de existencia, nada ha cambiado en
esta histórica taberna madrileña, desde su mostrador de zinc, las fotografías
de antiguos toreros como Frascuelo o Lagartijo adornando las paredes o los
veladores de mármol donde aún están impresas las huellas de los autores de la
Generación del 98, hasta los carteles indicando que venden las torrijas a
quince céntimos o prohíben escupir en el suelo.
Mantiene la antigua instalación de luz de gas, así como una
caja registradora de más de 120 años.
Su carta está especializada en las recetas más castizas,
como el Cocido Madrileño, la Olla Gitana, la tortilla de San Isidro, los Huevos
estrellados o el Rabo de toro. Pero la protagonista de la taberna es el postre
cuaresmal por antonomasia, la Torrija, una de las más apreciadas en Madrid.
Entre las curiosidades del sitio puede citarse:
- El escritor Antonio Díaz-Cañabate
inmortalizó esta taberna en su libro: "Historia de una Taberna" en el
año 1945.
- El pintor español Ignacio Zuloaga
fue uno de sus tertulianos más famosos.
- Se dice que las torrijas fueron
tan famosas que el rey Alfonso XIII y su familia las solicitaban para desayunar
a diario.
- Su atractivo histórico y su
ambiente taurino, sirvió de escenario para la película “La flor de mi secreto”
de Pedro Almodóvar.
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